Evolución y diagnóstico.
Inicialmente, la foliculitis decalvante se manifiesta a través de una inflamación con pústulas en la zona de la coronilla, que terminan por destruir de manera irreversible los folículos. De esta manera aparecen zonas con alopecia en las que no es posible que vuelva a regenerarse el cabello, y donde además, previamente, el paciente ha sufrido picor y escozor.
La enfermedad, desde que se manifiesta por vez primera, va siguiendo un curso crónico que no cesa a lo largo del tiempo y que tiene picos variables pero que con el tratamiento adecuado pueden llegar a frenarse.
Para poder diagnosticarlo en consulta, la mejor manera de hacerlo es utilizando el tricoscopio digital, tal y como hacemos en Clínica de Tratamiento Capilar.
Tratamientos de la foliculitis decalvante
Actualmente no existe tratamiento alguno capaz de curar esta afección de modo definitivo, pero sí se ha logrado frenar su efecto. La intención, mediante la ingesta de medicamentos o con la aplicación de ciertos antiinflamatorios, es la estabilización del proceso para detener su avance. Una vez conseguido, el paciente, en sintonía con el equipo médico, puede tomar la decisión de realizar un transplante capilar con el que devolverle su cabello con la naturalidad y la fuerza de siempre, eso sí, hay que tener en cuenta que este tipo de foliculitis puede volver a reproducirse y hacer inservible el injerto capilar realizado.
El tratamiento de las alopecias cicatriciales primarias se basa principalmente en la estabilización de la alopecia ya sea por medio de fármacos como el Finasteride, terapias antiinflamatorias locales de triamcinolona o minoxidil o la antibioterapia con tetraciclinas orales, antiinflamatorios y corticoides tópicos. Un vez estabilizado el avance de la alopecia, se podría considerar un trasplante capilar aunque con resultados que dependerán de los brotes de dichas enfermedades y la evolución de las mismas.